El lugar donde he sido mandado a vivir sin ninguna experiencia previa en el medio de la más huérfana inconstancia. El que me obliga a tomar por sorteo hasta la más inocente de mis decisiones, como la de creer en la más pálida idea...

octubre 19, 2007

Letras de barro


Siempre que llueve, el olor alimenta la tumba del espejo exterior y la deja enflorecida. Pero la tinta horizontal se desliza amable en todas las direcciones, sometida a su debilidad de cumbre perecedera, refugio superpoblado de clientes.

Su infausta facilidad material la ensombrece sin remedio. Carga la leporina sonrisa del verdugo.

La belleza es el apetito descongelado, el ácido que fagocita superficies y se vuelve tolerable con la anestesia umbilical del alumbramiento.

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