El lugar donde he sido mandado a vivir sin ninguna experiencia previa en el medio de la más huérfana inconstancia. El que me obliga a tomar por sorteo hasta la más inocente de mis decisiones, como la de creer en la más pálida idea...

septiembre 20, 2007

Rock and Ron


En realidad, lo podríamos definir como socialismo digital-laborismo entrepreneur-o capitalismo de carretilla emancipada…


Basta.


Siempre que lo necesito, recuerdo aquel tipo que era tan autosuficiente que se tejía su propio papel higiénico. Pero ahora, basta ver esta esquina, desde que los dueños la abandonaron por una más joven, es todo un estrago la pobre. Es que tanta narración no da tiempo a que crezca lo narrado; no queda más remedio que ponerse a respirar roña y cucarachas para ambientar una historia. Gallinas enviudadas, yuyos transgénicos y pájaros desocupados. Aquí se habrá inspirado el diseñador del infierno si es que hablamos de algún lugar.

Pienso en las playas; son el nirvana de los morenos por un día. Pensar que me conformo con tender la palabra en la terraza y poner a todos los lectores a la defensiva, manos arriba o todos abajo. Mientras, cierro más fuerte la puerta para que no me abandone esa noción cosquillosa; entre la vaga hiper-profundidad y la exactitud ingenua, antes que me traicione la memoria:

“Se supone que el lenguaje es una máquina útil que se limita a referenciar las diferencias aprobadas, a contar de nuevo las historias ya sabidas. La redundancia es una gracia que el lenguaje está obligado a conceder debido a la acción de coercitiva que sobre él ejerce la comprensión. No se puede comprender aquello que no ha rendido su virginidad hermenéutica. La palabra –léase, un conjunto de palabras- se vence cuando entrega su significado, no puede resistir más y se rinde. Bien, lo que dura esa resistencia, el tiempo que trascurre entre la exposición de la palabra, su juego ante los ataques de la interpretación y su derrota, es la literatura. Tomá pa vos. Descubrir es rendirse, por ello los héroes por definición deben mantenerse incomprendidos”

La distinción y la discriminación de los pensamientos desorejados, como en un estado de permanente donación encíclica. Es la desbestialización que avanza.

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