El lugar donde he sido mandado a vivir sin ninguna experiencia previa en el medio de la más huérfana inconstancia. El que me obliga a tomar por sorteo hasta la más inocente de mis decisiones, como la de creer en la más pálida idea...

septiembre 18, 2007

Recursos para una autobiografía






Recuerdo exactamente todas aquellas palabras como si las estuviera oyendo

Evoco nítidamente muchas palabras en cualquier momento que quiera

Resueno todavía en mi unas palabras que jamás se borrarán

Desgrabo un puñado de vivencias me han quedado fijas

Convoco todavía instantes que permancen vivos

Preservo en mi seno unas imágenes aisladas

Atesoro apenas unos destellos confusos

Retengo solamente un tenue rayo

Pendo de un hilo de vaguedad

Rindo el último atisbo

Desespero

Invento

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hay veces en que, leyéndote, me quedo sin aliento. Ésta es una de ellas. Una de esas veces en que creo que la especie humana tiene salvación por medio del pensamiento y la introspección. Preciosos recursos... sólo falta escribirla.

Jorge Alberdi dijo...

Desesperar e inventar.
excelente texto amigo!

Tino Hargén dijo...

Gracias Isa y Jorge

Ay la memoria, esa tirana y editora de nuestro pasado. Inventar es luchar contra sus selecciones y sus omisiones, cada año que pasa nos va reduciendo los archivos, nos edita un clip cada vez más breve y arbitarrio de eso que creíamos incunable...

abrazos