El lugar donde he sido mandado a vivir sin ninguna experiencia previa en el medio de la más huérfana inconstancia. El que me obliga a tomar por sorteo hasta la más inocente de mis decisiones, como la de creer en la más pálida idea...

septiembre 08, 2007

Radioblog III



El opio es la falta de discusión


En su participación telefónica Beatriz Vignoli minimizó lo que es un aspecto positivo de los blogs y cuestionó el sentido, la utilidad y el interés de las discusiones que a veces acontecen en ellos, tomando el ejemplo del debate suscitado a raíz del caso Bolivia Construcciones. No sorprende, Vignoli es devota que la idea de que cualquier mensaje o contenido por expresarse a través del medio blog adquiere la reputación de cosa menor, pero si la circulación y la construcción dialógica de ideas producida en un medio independiente -que permite entre otras cosas que textos y posturas que en otros medios centrales son rechazados salgan a la luz- merece desprecio, mi conclusión es preocupante. Toda declaración a favor de la inutilidad del debate, aún la que se hace desde una aparentemente inofensiva argumentación técnica -que lo descalifica imputándole insustancialidad temática por ejemplo- es el primer eslabón de una cadena que puede terminar habilitando la justificación de su inexistencia y hasta de su supresión, lo que aparte de empobrecedor sería peligroso.

Después de su participación en el programa Beatriz Vignoli escribió en su
blog:

“Difícil, resumir en una frase lo que tenía ganas de decir. Imposible.L'esprit d'escalier, como decía Therese Duncan: la frase que se te ocurre cuando ya terminaste la conversaciónEL PLAGIO ES UN DELITO CONTRA LA PROPIEDAD INTELECTUAL. ¿CÓMO UNA SIMPLE LEY SE CONVIRTIÓ EN MATERIA OPINABLE HASTA EL HARTAZGO?”

Primero: el debate en Nación Apache y en varios medios más excedió con creces el límite temático ya de por sí amplio de los alcances de una ley. Se desbordó ampliamente la discusión del hecho puntual para dar paso a planteos donde se debatieron temas de suficiente peso propio conceptual como el sentido profundo del plagio en la literatura, los alcances de la autoría individual, la intertextualidad o las relaciones de pertenencia individuales y sociales de las obras.

Segundo, y tanto o más importante: si admitiésemos -en un plano ficcional o imaginario- como válida la hipótesis de que sólo se estuvo debatiendo en torno a una ley, es ridículo que se pretenda minimizar los profundos alcances sociales, políticos, filosóficos, éticos y estéticos que se ponen en juego en torno a un enorme instrumento institucional que una ley significa con todo lo que influye en la forma vida y la obra de una sociedad. Como si una “ley” fuera una mera anécdota ajena a nuestros intereses y derechos que no entrañara la puesta en tensión de muchos principios que merecen ser indagados y debatidos. Una ley nunca es un trámite que sólo implica cuestiones de tratamiento administrativo o minucias sin importancia. Repasemos: podría tratarse de una SIMPLE ley de reforma al código penal para implantar la pena de muerte, una SIMPLE ley de educación pública, una SIMPLE ley de eutanasia, una SIMPLE ley de interrupción de embarazos, una SIMPLE ley de punto final y obediencia debida, una SIMPLE ley que reglamente el ejercicio de la libertad de prensa. Yo creo que de simple las leyes no tienen nada, y sus consecuencias sobre nuestras vidas son demasiado significativas.


!Cállate narcisista!

El Dr. Adolfo Vásquez Rocca trató de asociar a los blogs a una instancia de difusa licuación de las responsabilidades autorales del escritor que entre otras cosas afloja sus ataduras creativas y se experimenta a sí mismo eximido de proteger su reputación en los ámbitos académicos, y que utiliza el blog como instrumento casi de entrenamiento y experimentación creativas, como si fuese una fase de borrador o anotador publicado. Creo que es uno de sus usos posibles, básicamente es un borrador pero aporta la novedad de ser público. Usando la facultad interactiva del blog podría también servir al autor para chequear las reacciones de sus lectores, por lo que ya no sería una experimentación formal la propiciada sino una también comunicativa.

Discrepé en con él en cuanto a lo que yo creo es una tendencia demasiado insistente en imputarle narcisismo al blogger. Proyectar lógicamente esta idea nos conduciría a afirmar que cualquiera que ejerciera un acto de producción cultural sería un narcisista. Hay muchas otros indicadores más fieles para medir el narcisismo y encontrar a los que -como dice Horowicz- suscriben como supremo lema ideológico de sus vidas el de “figuración o muerte”. También me pregunto: aquellos escritores que declaran expresamente su voluntad de alejarse del influjo amateur del blog porque creen que no les reporta nada útil para escalar posiciones en sus carreras por alcanzar el estrellato mediático de la cultura; si el blog es revalorizado por el mercado en algún momento del futuro ¿volverán a mojarse los pies en sus aguas en tanto les sirva a alcanzar esa figuración estelar que tan desesperadamente buscan?


Identidad


Es fácil caer en la tentación de identificar al blog con algunos de sus innumerable usos posibles, pero creo que su sustancia pasa más por sus atributos de medio alternativo capaz de albergar una brutal pluralidad de contenidos y mensajes.



And last but not least

El blog posee una significativa fertilidad social y cultural. No es que sea una panacea comunicacional ni mucho menos, más bien que apenas es una gota más de interino optimismo en el océano de la desolación que se suma al campo de lo posible. Esa fertilidad se manifiesta en una dimensión política y otra artística.


En lo político, al ser Internet es una estructura democrática en su uso práctico, sin entrar a considerar cual haya sido la intención de su creación o las dudas por su futuro que su evidente provisionalidad sugiere. Posibilita una expresión sin filtros, impedimentos económicos, ni censuras o condicionamientos por intereses políticos o empresariales. Rompe la comunicación unidireccional, la democratiza y la hace de ida y vuelta. Quiebra el orden restrictivo de un emisor minoritario que se repliega sobre el poder que hace posible la conservación de su lugar exclusivo y una enorme masa mayoritaria de receptores pasivos. Las constituciones de la mayoría de las democracias liberales dicen algo así como que todo ciudadano tiene derecho a publicar sus ideas mediante la prensa libre, pero ¿quién hace efectivo ese derecho? Sólo aquel que supera filtros y es admitido por un sistema que administra la relación entre los emisores y los receptores de mensajes culturales. Internet y el blog se meten en esa mediatización y ofrecen una opción de apertura participativa.

Pero la fertilidad del blog no sólo es política sino que tiene una dimensión artístico-cultural. En toda sociedad hay una cultura que se genera en la base de la pirámide productiva, de origen vocacional o amateur que alimenta su punta "profesional" o de excelencia. El blog como concluía el propio Horowicz con el consenso de todos los que estábamos en el estudio, es una buena herramienta para ensanchar la base de esa pirámide.


PD: El que llegó a esta línea tiene un premio: no escribiré más del blog por un buen tiempo

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Antes de continuar la lectura no quiero dejar de hacer un parate para repudiar a Vignolo. Es preferible partir de una rigidez estructural-ideológica para, desde ahí, deconstruir, que no tener nada como la doña. Cuando es así, uno no sabe a dónde va, ni de dónde viene, ni de dónde es. Como diría Enrique Symns, Dios la libre y guarde de la nada.
Y te lo dice un pibe que la escuchó en el programa de radio, y dijo: y y y y, no digo que está bien, no digo que está mal, no digo, bueno, nada.
Felicitaciones.

Tino Hargén dijo...

Gracias por tu opinión Nonimo ( yo siempre creí que eras Nonino como el tema de Piazolla ) y bienvenido a Hargentina.