El lugar donde he sido mandado a vivir sin ninguna experiencia previa en el medio de la más huérfana inconstancia. El que me obliga a tomar por sorteo hasta la más inocente de mis decisiones, como la de creer en la más pálida idea...

marzo 01, 2006

Hágase el Nombre

Apuntes rápidos sobre la cuestión de los nombres usados en los blogs abordada en Doke Libertario


Hay dos grandes campos temáticos involucrados en la cuestión: por un lado la cuestión artístico-literaria y existencial del anonimato y del uso de nombres electivos, y por el otro la problemática de los derechos ciudadanos o civiles frente al hecho y las consecuencias de las expresiones publicadas.


El acto de nombrarse

Los nombres documentarios que nos toca llevar -como las etiquetas debidas a profesiones u ocupaciones y otros datos duros de identidad social- aplastan la riqueza de la existencia; la etiquetan, la reducen a los estereotipos convencionales. Crean un vínculo de insoportable indisolubilidad más allá del gusto o disgusto con lo que nos tocó. Y muchos terminan creyendo que son sus nombres, o sus ocupaciones, como una condena irreversible del destino.

Darse un nombre- nombrarse- para ser reconocido como tal no es esconder la verdadera identidad, sino por el contrario, un modo de mostrarla. De este modo, como afirma Luis Bardamu en su texto, nombrarse puede ser una reafirmación existencial de quién escribe. Una cosa muy diferente es inventarse un nombre falso para esconderse que puede precisamente significar lo contrario; un paso que muestre la falta de afirmación existencial, la imposibilidad de sostenerla, de ponerle el cuerpo y el alma. Es que el nick usado para el mero ocultamiento expone una carencia de existencia, una falta de capacidad de llevarla adelante y responder por ella y con ella, de llevarla puesta. Si nos damos un nombre, ¿por qué no andar con él y llevarlo puesto? No es cuestión tanto de si los nombres son civiles, electivos o fantásticos, sino cual es la actitud que se tiene para lo que con ese nombre se expresa. Habrá nicks que jamás serán refrendados por una persona, y habrá otros que si lo serán.

También en los términos de un blog o de cualquier otra forma escritural de expresión, elegir el nombre puede ser parte del acto literario, una decisión creativa, un elemento a definir en términos artísticos como el argumento, el nombre de los personajes, el estilo, los adjetivos, el enfoque o la estructura de la obra.


La condición civil

La “judicialización” de la expresión literaria me resulta nefasta y aburrida. ¿Pero que sucede si se usan los nicknames y el anonimato por ejemplo para injuriar o calumniar a otros? Me resulta repudiable y entendible que estas actitudes dejen la sensación de estar quebrantando algún derecho, y es ahí donde la ética cívica se cuela en el campo de lo expresivo. Podríamos considerar que toda escritura publicada es también un acto ciudadano que involucra una responsabilidad cívica -quiéramos o no- por el simple hecho de vivir bajo un estado de derecho; y hacerse cargo de lo escrito mediante la exposición del nombre y el apellido verdaderos parece ser un valor positivo que contribuye a un escenario plural donde fluyen las relaciones entre personas libres a la luz del día. Con esta situación se convive permanentemente en el ámbito de la prensa, donde la frontera entre el puro arte de lo publicado y su mundana condición civil se halla totalmente esfumada. En un ámbito como el blog o en internet en general es diferente porque no hay ni conciencia ni costumbre que ligue el hecho de publicar textos a una situación análoga a la de editar un libro o publicar en un medio de prensa “normal”.

7 comentarios:

Bardamu dijo...

Así lo veo precisamente, Tino: la decisión de autonombrarse es parte de la intención creativa. No es dificil comprender que eso es lo que hizo Pessoa, por ejemplo.
Si uno quiere nombrase con el nombre que heredó, también es aceptable, si forma parte de algo más que un mero acto documental e institucional.
Y claro, usar un nombre literario, nada tiene que ver con la cobardía del ocultamiento para el insulto o cosas así. El cuerpo no deja de ponerse, ni mucho menos.
Un abrazo.

Tino Hargén dijo...

Bien Luis, más claro aún lo has expresado.

Un abrazo

Carlos dijo...
Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.
Tino Hargén dijo...

Extrañamente un comment enviado figura como suprimido, y no ha sido suprimido por mi. Me ha llegado el aviso incluso a mi casilla de correo con el texto del comment. Ignoro si la supresion corrió por cuenta del que envió el comment que es Carlos Rackak del blog Añadiduras. Desde ya Carlos espero me confirmes si vos lo eliminaste ( la verdad pensé que el que enviaba blogger no le permitia eliminar un comment), si no fue asi lo reproduciré nuevamente.

vadinho dijo...

insisto, ¿qué es un nombre sin un cuerpo? sólo ruido.

pda: blogger permite borrar al administrador del blog o al propio autor del comentario.

Anónimo dijo...

maldición, qué tarde he llegado. tarde a todos lados. un placer leerlo, Tino.

Tino Hargén dijo...

Tras un ausencia obligada me pongo al día:

Vadinho. Coincidimos. Y gracias por el dato d eblogger, ya fue aclarado que el comment fue borrado por quién lo envió.

Aydesa: tarde o temprano el placer es mio por tenerla aqui.