El lugar donde he sido mandado a vivir sin ninguna experiencia previa en el medio de la más huérfana inconstancia. El que me obliga a tomar por sorteo hasta la más inocente de mis decisiones, como la de creer en la más pálida idea...

agosto 02, 2005

Todos los egos el ego (II)

Los egos de los productores culturales suelen mutar de indumentaria intelectual, se adecúan a la ocasión del entorno donde les toca ejercer su apología vital. Pero no se trata del trillado camaleonismo oportunista, esto es una seria y real metamorfosis ajena a simulacros, es una conducta hecha y creída.

Primera estación: el under.

De mudarse a convertirse en militante del under hay sólo un breve chasquido de dedos. Una vez adentro –o debajo, para ser más congruente- llueven como chaparrón sensacionales argumentos para hacer de esta pertenencia un estandarte de orgullo anonadante. Se accede a un espectral regocijo, la sensación de esta dándose una serie de lujos a la vez éticos y estéticos. Por vivir en él se adquiere un estado de gracia reconciliatoria con la capacidad de usurpar los pequeños hoyuelos de libertad que permite la opresión del sistema de lo establecido. Y hasta obtener un involuntario alineamiento en la corrección política que permite rodar por allí con cierta aureola de solidaridad con los hundidos, cosa que si viene una nenita a mendigar una moneda en el subte se la pueda mirar con cara de estar de su lado. Basta ponerse a cantar desde la trinchera del under para que toda canción se afine sola en tonos libertarios. Se obtiene por un lado una ordenación plena en el sacerdocio de la renunciación a las banalidades exitistas, y por el otro, una calificada licenciatura en el goce de las micro-transgresiones del reviente, ésas que son vistas por el común de la gente -reprimida y tolerante de lo establecido- como un estado de permanente vacación sensual basicamente incompatible con la normalidad laborable. Un equilbrado menú de manjares conceptuales de fácil deglución que unen el sabor del heroísmo con el del placer .

De ese colchón tan mullido de la contracultura se supone que pueden despegar todas las naves que la imaginación se permita fabricar. Presumiblemente no se está contaminado por presiones de contestar expectativas, honrar compromisos estratégicos o pagar deudas morales. No hay temores a irritar el humor de los que puedan tener la llave de mi acceso a la inclusión o al reconocimiento consagratorio, porque hasta esa irritación misma puede ser vivida desde allí como provocación de efecto paradojal, una futura forma de ser oído. En el under es posible fabricarse una versión casi creíble de la utopía de espacio expresivo ideal, la cuestión sólo es manejar las propias confabulaciones internas, tarea a menudo tan ingrata y llena de decadentes decepciones como la batalla exterior.

Pero como todo submundo no está exento de catacumbas inaccesibles y ortodoxias administradas con mano dura, aunque más no sean virtuales. Pronto hasta el escaso botín circulatorio de una escena tan pequeña provocará sus buenas riñas simbólicas y carnales. Además a poco de andar comenzará a rondar también una presión insolitamente parecida a un deber, la de una palabra acechante que se llama vanguardia, y termina siendo a veces una carga demasiado pesada para el pobre operador de los ratos libres. Hacer el arte en los intersticios de sus ocupaciones terrenales y encima tener que hacer la vanguardia parece más una epopeya bíblica que una militancia meramente cultural.

Plataforma desde donde siempre es más probable que se produzca alguna nueva fecundación de los cielos y las nubes. Nada garantiza originalidad, calidad, fuego o potencia, pero acaso la condición de outsider otorga esa paz creativa salvaje sólo reservada a los irresponsables de espíritu. Aquellos que saben gozar de la autorización de vivir la locura como un estado de suspensión temporaria del infierno de la salud, y ponen su simiente para que tal vez lo parido sin tanto olor a obligación profesional lleve el gen indomado de la monstruosidad creadora.

2 comentarios:

xenia dijo...

¡EXCELENTE!!!!!!!!!!!!!!!

Tino Hargén dijo...

Thank you Xen!

"All night I’ll hunt for you
Let me show you what I mean
Sangre
Sonando
De rabia nací"

The Mars Volta