El lugar donde he sido mandado a vivir sin ninguna experiencia previa en el medio de la más huérfana inconstancia. El que me obliga a tomar por sorteo hasta la más inocente de mis decisiones, como la de creer en la más pálida idea...

noviembre 18, 2012

Defensas de la paz

Como una rueda perversa, que gira alrededor de la realidad, Medio Oriente solo se toma breves respiros antes de volver a ubicarse en el centro del horror. Allí donde la paz es una amenazante ficción, una relativa, gelatinosa y transitoria ausencia de luto siempre dispuesta a quebrarse a la primer pestañeo de la violencia latente. Y de nuevo los hechos nos azotan con su imperante actualidad, y pasamos a ser observadores, pretendemos todo menos ser indiferentes, porque sabemos que la indiferencia es trágica, ha ayudado a matar tanto como las bombas y las balas. Y así súbitamente nos urge reaccionar, demostrar que estamos conmovidos, que la sinrazón de las guerras y de ésta guerra en particular nos sigue pareciendo una aberración, una miseria típica de los humanos que ya fuera hora de superar para siempre. Pero también recrudecen, o mejor dicho se recocinan las emociones contra lo particular de este conflicto, por las actitudes de los actores en juego, por las densas tramas políticas, sociales y económicas que se tejen alrededor, por esa mezcla intrincada de poderes terrenales y misticismos religiosos, por mesianismos seculares y celestiales, por promesas y grandezas, por elegidos y olvidados, por las pasiones humanas que atraviesan credos y rezos bajo el cielo de las transacciones de los poderes dinerarios más brutales. Y se nos atraganta la repugnancia por las injusticias flagrantes, por las asimetrías lógicas que los intereses creados se empeñan en naturalizar, por las vidas que son tratadas como si valieran millones frente a las que se tratan como si valieran centavos. ¿Será posible que terminemos discutiendo quién empezó a tirar primero un cohete o una bomba para justificar todo? 

No confundamos: los que reclamamos ante todo por la paz, no igualamos a todos en la guerra, apelamos por la paz como concepto superador, que pudiera ir más allá de todo para por fin sepultar el desangre de los pueblos. Porque la defensa de paz que no tiene por qué ser neutral si por neutral se entiende la igualación abstracta de la realidad.  Me resulta confuso poder ver con claridad dentro de lo que allí se vive, muy lejos física, intelectual y emocionalmente de los hechos, con escasa información. Aún así mi intuición informada coteja iniquidades aberrantes, desproporciones absurdas, que decoran con alevosía las peores máscaras de la guerra en si misma. Que la necesidad de expresarnos se demuestre una vez más que es muy importante y que contribuye seguramente un poco a ponerle fin al horror.

noviembre 11, 2012

La síntesis neoliberal

-Profesor, el instituto de investigación que usted dirige ha ganado el Premio Nóbel de Economía por su contribución al esclarecimiento científico del paradigma conceptual y técnico que rige como regla universal del neoliberalismo capitalista financiero luego de la caída del Muro de Berlín ¿Nos podría explicar como fue que llegó a ese logro y cual es la expresión técnica final a la que arribaron? 

 -Con todo gusto... Nuestro instituto de investigaciones compuesto por más de cien profesionales entre economistas, filósofos, matemáticos, sociólogos, psicólogos, trató de encontrar la mejor respuesta técnica a dicha pregunta, y luego de más de tres años de análisis, entrevistas y mucho desarrollo se arribó a una compleja fórmula, una verdadera ecuación conceptual que es capaz de definirlo todo manteniendo al mismo tiempo una gran elocuencia en sentido del lenguaje cotidiano como el más alto grado de rigor y cientificidad: "La razón la tiene el de más guita"...